Inmerso en una delicada rehabilitación de su rodilla derecha, Roger Federer confía en un regreso a la competición en “el verano (boreal) de 2022”, descartando así participar en el Abierto de Australia, según declaró el suizo en una entrevista en la Tribuna de Ginebra y en el periódico 24 Horas.
“La verdad es que estaría increíblemente sorprendido si jugase Wimbledon, dicho de otro modo, Australia ni lo tengo en cuenta”, confesó el icono suizo del tenis, que en agosto cumplió 40 años.
Caído el lunes al puesto 16º de la clasificación ATP, Federer, que sólo ha disputado 13 partidos este año luego de una interrupción ligada a una doble operación en la rodilla derecha, estima su “regreso a la competición para el verano 2022”, pero advierte que “los cuatro o cinco próximos meses serán decisivos”.
Lastrado por el dolor durante la temporada sobre hierba, fue eliminado en cuartos de final de Wimbledon y después fue declarado baja para los Juegos de Tokio, sufriendo de nuevo dos operaciones para “suturar” su menisco interno derecho y después “tratar (su) cartílago”.
“Esta operación tenía que pasarla en todo caso para mi bienestar a largo plazo (…) para poder esquiar con mis hijos, jugar a fútbol o a tenis con mis amigos las próximas décadas. Mi primera motivación era ponerme en forma para mi vida como hombre”, explicó el tenista de Basilea.
Federer no podrá “comenzar de nuevo a correr tranquilamente” hasta enero, antes de iniciar en marzo-abril “un entrenamiento parecido al tenis”. “Quiero ver una última vez de lo que soy capaz como jugador de tenis profesional”.
“A todos nos gustaría que pudiese decir adiós a mi manera y sobre una pista de tenis”, indicó el ganador de 20 torneos de Grand Slam.
“Aunque sé perfectamente que el final está cerca, quiero intentar jugar algunos grandes partidos”, sentenció Federer.
Agencias