Agencias
WASHINGTON.- El presidente Trump acaba de firmar la versión revisada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, cumpliendo una promesa de campaña de reescribir “uno de los peores acuerdos comerciales” de la historia.
Gran parte del nuevo Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá simplemente actualiza el TLCAN, un pacto con 25 años de antigüedad, con nuevas leyes sobre protección a la propiedad intelectual, el internet, las inversiones, empresas estatales y circulación monetaria.
Pero el pacto de 2 mil 82 páginas también incluye cambios significativos en varias áreas clave, incluidas disposiciones diseñadas para incentivar la producción de automóviles en América del Norte y abrir mercados canadienses para los productores de leche estadounidenses.
“Es un día de grandes celebraciones en los tres países”, dijo Trump en el acto ante unos 400 invitados, entre ellos miembros de su gabinete, legisladores de todo el país, trabajadores, agricultores y directores ejecutivos de empresas, así como funcionarios de México y Canadá.
Revierte un sistema especial de arbitraje para las corporaciones, lo cual ha dado pie a una condena bipartidista, y también incluye disposiciones adicionales diseñadas para ayudar a identificar y prevenir violaciones laborales, particularmente en México. Algunos de estas modificaciones se insertaron ante la insistencia de los demócratas, quienes usaron su control de la Cámara para asegurar los cambios que tanto deseaban.
Ya sólo falta la ratificación en el Parlamento de Canadá, con la cual el acuerdo estaría listo para su entrada en vigor 90 días después de la aprobación canadiense.