Agencia Reforma

Familiares y activistas celebraron una misa para conmemorar los 13 años de la muerte de 65 mineros en Pasta de Conchos, Coahuila.

En Avenida Paseo de la Reforma, esquina con Río Rhin, los deudos rogaron para que se recuperen los cuerpos de los trabajadores que siguen atrapados en el derrumbe.

“Hacemos nuestra presencia aquí para exigirle al Gobierno y a la empresa que nos devuelvan lo que es nuestro: los restos de ellos”, dijo Elvia Martínez Espinoza, viuda del minero Jorge Vladimir Muñoz, quien falleció a los 33 años.

“Queremos terminar con este largo caminar que es muy doloroso para nosotros y tenemos que enfrentar la impunidad y que los Gobiernos no nos han respondido como nosotros quisiéramos”.

El sacerdote Pedro Linares pidió que en ningún lugar del País se repita el siniestro de Pasta de Conchos.

“Pasta de Conchos no fue un accidente, Pasta de Conchos fue una explosión, se pudo evitar porque hubo anuncios y anuncios de que esa mina no se podía trabajar”, expuso.

El presbítero rogó para que ningún trabajador se encuentre en riesgo por cumplir con su labor.

“No tenemos necesidad de arriesgar la vida cuando se tratará de cumplir con nuestro trabajo”, enfatizó.

El párroco llamó a las autoridades y a las empresas cumplir con las medidas de seguridad que se requieren en las minas del País.

Stephanie Brewer, del área internacional del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, señaló que la exigencia principal de las familias es la recuperación de los 63 cuerpos atrapados en la mina.

Celebró que hace un año la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) admitió el litigio internacional que interpusieron más de mil familiares de los mineros.

Además, ayer el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, se reunió con 20 familiares de los mineros y se comprometió a la instalación de una mesa de trabajo interinstitucional para construir una ruta para el rescate de los cuerpos.