El Papa Francisco ha dicho con frecuencia que consideraría renunciar si su salud le impidiera continuar, aunque más recientemente afirmó que el trabajo de un Papa es de por vida.
Aunque ya ha decidido no renunciar a su cargo mientras esté lúcido, en la caja fuerte del Vaticano se encuentra una carta, firmada por él en 2013, sobre su posible renuncia como Papa.
¿Cuáles son los escenarios que existen en la Iglesia católica ante la enfermedad del papa?
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) detalló que el documento fue entregado al cardenal Tarcisio Bertone, que en ese entonces era el secretario de Estado vaticano, para que pudiera ser utilizado en caso de impedimento “físico de Francisco”.
Esta renuncia previa solo tiene efecto en caso de una enfermedad que paralice la capacidad de decisión del Papa, por lo que fue redactada y firmada cuando Francisco estaba en plena posesión de sus facultades mentales.
“La carta no es nada nuevo: es una práctica que el jefe de la Iglesia católica y obispo de Roma lleva a cabo desde la época de Pablo VI, que estuvo al frente del Vaticano de 1963 a 1978”, explicó la CEM.
Por lo que este pontificado dirige siendo ad vitam: que significa que una hipótesis de renuncia por parte del Papa Francisco solo es posible en caso de degeneración cognitiva.
La CEM detalló que el propio Jorge Bergoglio había hablado a los medios españoles sobre el documento en 2022, aunque nunca especificó detalles sobre su contenido. En ese entonces, el Papa Francisco sufría fuertes dolores de rodilla, y durante una entrevista concedida al medio ABC, él mismo había afirmado la existencia de su carta de renuncia.
El Papa Francisco pasó su sexto día internado en el hospital Gemeli en Roma recuperándose de una neumonía bilateral que los médicos han descrito como compleja.
Francisco aún tiene un camino por recorrer para superar al Papa León XIII, quien murió en 1903 a los 93 años. Pero está en camino de igualar o superar a Gregorio XII, el Papa más reciente en renunciar hasta que lo hiciera Benedicto XVI en 2013. Gregorio tenía 88 años cuando renunció en 1415 para poner fin al Cisma de Occidente.
Agencias.