La gasolina comienza a escasear en una Colombia que vive una nueva jornada de protesta contra el gobierno de Iván Duque y la represión de las autoridades ante las marchas.
Según los reportes, en distintas ciudades como Cali, Ibagué, Neiva, Pasto y Pereira se registra una baja en las reservas de combustible por lo que automovilistas acuden a cargar sus tanques ante cualquier imprevisto.
Desde hace unas horas se anunció un paro general en muchas ciudades colombianas, incluido Bogotá, ante la ola represiva por parte del gobierno federal.
Así, otros establecimientos como supermercado también han registrado compras de pánico y falta de productos de primera necesidad.
Ante esto el gobierno de Iván Duque llamó a la calma y establecer mesas de diálogo.
¿Por qué hay violencia durante las protestas?
El gobierno asegura que las protestas están infiltradas por grupos al margen de la ley. Duque incluso ha dicho en varias ocasiones que se trata de “terrorismo de baja intensidad” y según cifras oficiales hay más de 500 capturados.
Sin embargo, los líderes de las manifestaciones aseguran que la fuerza pública se está excediendo con los manifestantes y que el gobierno está estigmatizando la protesta.
Cali ha sido la ciudad que ha liderado las manifestaciones y es allí donde se han registrado los picos de violencia y denuncias. La Defensoría del Pueblo ha reportado 17 personas fallecidas.
En Cali -donde confluyen los movimientos indígenas, afro, campesino y social- hay una “acumulación histórica de descontento social, de rabia y rebeldía”, explicó a AP el sociólogo y docente de la Universidad Nacional de Colombia, Rosembert Ariza. “Es una ciudad culta políticamente y, puede sonar contradictorio, pero el ejercicio de la violencia no es sino la respuesta a la violencia que ellos están recibiendo”.
Agencias