Los soldados de la Guardia Nacional y los oficiales de la Patrulla Fronteriza siempre han sido criticados cuando actúan en forma negativa contra las personas que carecen de documentos legales migratorios para permanecer en territorio estadounidense.
Incluso, los elementos del CBP son adiestrados en diferentes programas que tienen como misión salvar vidas de personas que se encuentran en difíciles situaciones que ponen en riesgo su vida.
El sargento de personal, Christopher Hurley, un soldado de la Guardia Nacional del Ejército de Tennessee, se apresuró a proporcionar reanimación cardiopulmonar a una persona que necesitaba asistencia en la puerta de entrada de Estados Unidos.
Mientras realizaba el apoyo administrativo, Hurley escuchó una llamada de radio sobre una persona que se derrumbaba y necesitaba ayuda. Hurley, médico entrenado del ejército y paramédico civil, se puso en acción. A su llegada, los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza en el lugar le dijeron a Hurley que la persona no respiraba y no tenía pulso.
Hurley hizo una evaluación rápida y comenzó la reanimación cardiopulmonar mientras el personal de CBP llamaba a los Servicios Médicos de Emergencia.
Gracias a los esfuerzos de Hurley, la persona, la cual mantuvo en reserva su identidad, recuperó el conocimiento y respondió cuando llegó el Servicio de Emergencias Médicas para transportarlo a un hospital cercano.
Hurley había realizado RCP muchas veces durante su tiempo como médico y paramédico, pero esta fue la primera vez que pudo interactuar con su paciente después de la reanimación.
El Mañana