El gobierno de Estados Unidos está obstruyendo el montaje de una fábrica de municiones y fusiles de asalto Kalashnikov (AK-47) en Venezuela, por las sanciones impuestas al gobierno del presidente Nicolás Maduro, de acuerdo con denuncias rusas.
“Estamos construyendo una fábrica de fusiles Kalashnikov y munición… Las sanciones dificultan las obras, también hay apagones… Los norteamericanos nos impedían ingresar máquinas y equipos, pero lo conseguimos de todas formas”, dijo el director ejecutivo de empresa estatal rusa Rostec, Serguéi Chémezov.
En los últimos meses, el gobierno de Estados Unidos ha impuesto sanciones al régimen del presidente Maduro, entre éstas a varias empresas y personalidades del gobierno y de las Fuerzas Armadas.
La denuncia fue hecha por Chémezov en los pasillos del Foro Económico Internacional de San Petersburgo, que se efectuó esta semana en San Petersburgo, ciudad del noroeste de la Federación de Rusia, publicó la agencia de información rusa Sputnik.
Se pensaba que la planta en Venezuela sería la primera fábrica del arma rusa en el extranjero, pero debido a las obstrucciones estadunidenses, el honor le correspondió a la India, cuyo primer ministro Narendra Modi fue el encargado de inaugurarla.
El fusil automático Kalashnikov, conocido como AK-47 y en algunos países como “cuerno de chivo” por la forma retorcida de su cargador de municiones, es un arma de guerra, hecha con una aleación de metales capaz de soportar grandes temperaturas y mantener un funcionamiento normal pese a ello.
El Ak-47 (por el año en que se comenzó a fabricar en el siglo pasado) se ha convertido en la actualidad en uno de los fusiles reglamentarios de decenas de ejércitos en todo el mundo, principalmente en Europa del este, así como en África y Asia.