Rusia reanudó labores este lunes tras una semana de asueto decretada por las autoridades para frenar la propagación del coronavirus, pese a que el país registró en este periodo récords de contagios y decesos.
El presidente Vladimir Putin impuso vacaciones del 30 de octubre al 7 de noviembre para contener las infecciones de covid-19 en el país, el más enlutado de Europa.
En Moscú, como en gran parte de las otras ciudades rusas, esta medida supuso el cierre de cafés y restaurantes, centros deportivos, peluquerías y comercios no esenciales.
La mayoría de regiones decidieron no prolongar estas restricciones, y sólo algunas, entre ellas Nóvgorod (noroeste) o Tomsk (Siberia), optaron por ampliarlas una semana.
Agencia Reforma