Satélites de observación, aliados contra la crisis climática

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La fuga masiva de metano (CH4), reportada hace unos días por la Agencia Espacial Europea (ESA), en una plataforma de Pemex en la Sonda de Campeche, equivalente al 3% de las emisiones totales anuales asociadas a la producción de petróleo y gas en México, no es la única de gran magnitud detectada recientemente en el monitoreo satelital, dio a conocer el Fondo para la Defensa del Medio Ambiente (EDF, por sus siglas en inglés).

En entrevista con Excélsior, Daniel Zavala-Araiza, científico senior de EDF Europa, reveló que se hallaron fugas y emisiones similares a partir de observaciones en tierra en instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex), en Veracruz, Tabasco y Campeche. Por ejemplo, se encontraron fugas muy grandes en el Complejo Procesador de Gas Nuevo Pemex, ubicado en Tabasco, cerca de la frontera con Chiapas.

Al referirse a la magnitud de las emisiones en Nuevo Pemex, explicó que “si ese gas, en lugar de desperdiciarse e irse a la atmósfera fuera capturado, permitiría abastecer 50% del consumo nacional residencial de gas natural, que es muchísimo”.

El doctor en Ingeniería Química de origen mexicano informó que, otro caso de fuga masiva lo encontraron en el Complejo Procesador de Gas Cactus, en la comunidad de Reforma, Chiapas.

El evento de ultra emisión en la plataforma Zaap-C del Golfo de México, difundido por la Agencia Espacial Europea, precisó, ocurrió en un periodo de 17 días en diciembre de 2021; y recientemente en 2022, se encontró otra gran emisión por venteo, ya que se dejó escapar el gas en lugar de prender fuego a las chimeneas.

Se calcula que en esas instalaciones se liberaron, a finales del año pasado, alrededor de 4 mil toneladas de metano, equivalente a 3.37 millones de toneladas de dióxido de carbono o el 3% de las emisiones anuales de CO2 de México.

Mientras que en los complejos de Ciudad Pemex y Cactus, las súper emisiones son continuas, por la quema directa de gas por un largo período de tiempo.

Zavala-Araiza subrayó que estos tres casos enumerados sólo sirven como referencia, de los monitoreos que comenzaron en 2018 con nueva tecnología como es el satélite data TROPOMI CH4, que mide emisiones de metano de manera directa y diaria en todo el mundo.

Precisó que en México, el universo total de generadores de contaminación por CH4, lo componen cientos de instalaciones del sector hidrocarburos, donde se re- quiere un seguimiento más puntual.

“Yo no diría que son las únicas fugas, sino que son los primeros ejemplos don- de tenemos la oportunidad de reducir emisiones y capturar gas”, destacó.

Las emisiones de metano contribuyen a la contaminación del aire y son un poderoso agente de calentamiento global, que es 80 veces más poderoso que el CO2.

El metano también es el ingrediente principal del gas natural, lo que significa que estas emisiones representan un enorme desperdicio de un producto que podría ser vendido.

Cálculos realizados por EDF, establecen que la fuga de 2021 estimada en 100 mil millones de pies cúbicos de gas natural, representan pérdidas de 200 millones de dólares al año para México, que equivalen a 13 veces el presupuesto anual de la Agencia Nacional de Seguridad Industrial y Protección al Medio Ambiente del Sector Hidrocarburos (ASEA).

Agencia.

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