La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, defendió firmemente el reciente aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a refrescos y bebidas azucaradas, asegurando que la medida tiene un propósito estrictamente de salud pública y no fiscal. El objetivo principal es combatir la obesidad infantil y enfermedades crónicas como la diabetes e hipertensión.
Durante su conferencia matutina, “la Mañanera del Pueblo”, la mandataria federal enfatizó que el incremento busca activamente reducir el consumo de estos productos en la población.
“El objetivo no es recaudar dinero, sino que se consuma menos. El nivel de diabetes, hipertensión, obesidad de los niños y niñas en México ha aumentado”, señaló.
El Impacto del Consumo y el Diagnóstico Escolar
Sheinbaum explicó que el diagnóstico sobre el incremento de la obesidad y la diabetes se ha obtenido gracias al programa “Vive Saludable, Vive Feliz”, implementado en escuelas primarias, donde se mide la talla, peso y condición física de los menores.
La presidenta advirtió que los datos muestran un aumento del problema de obesidad y diabetes directamente asociado al consumo de “comida chatarra y bebidas azucaradas”.
Planteó que el aumento impositivo está diseñado para modificar los hábitos de compra de las familias, haciendo que destinen menos recursos a la adquisición de bebidas azucaradas.
Campaña de Sensibilización y Compromiso de la Industria
Además de la medida fiscal, Sheinbaum anunció que el gobierno federal impulsará una campaña informativa a nivel nacional, coordinada por la Secretaría de Salud, para sensibilizar a la población sobre los riesgos del alto consumo de azúcar en la dieta diaria.
La mandataria destacó que la medida ya ha generado un efecto positivo en la industria, pues algunas empresas refresqueras han aceptado reformular sus productos para reducir el contenido calórico y mantenerse competitivas ante la posible disminución en ventas.
“Si este aumento tiene el efecto que las refresqueras reduzcan el a la fórmula de la Coca Cola o de otras bebidas azucaradas, es doblemente bueno”, puntualizó.
A partir de 2026, las bebidas azucaradas mantendrán un IEPS de pesos por litro, mientras que las bebidas sin azúcar o con bajo contenido calórico estarán sujetas a un gravamen menor de pesos por litro.
El gobierno federal sostiene que, a pesar de las reacciones divididas de consumidores e industria, el costo de las enfermedades crónicas relacionadas con la mala alimentación es mucho más elevado para el sistema de salud pública que cualquier afectación económica.