Una enorme grieta apareció en California tras el sismo de magnitud 7.1 que sacudió el sur del estado el viernes pasado.
La enorme grieta se extiende a cierta distancia de un área que aparentemente contenía agua antes. Los patrones de erosión en la arena del desierto indican que parte de esa agua fue succionada.
El sismo se registró a las 8:19 de la noche del viernes con epicentro a 18 kilómetros de Ridgecrest, la misma área donde apenas un día antes hubo otro sismo de magnitud 6.4.
No se reportaron decesos ni lesiones por el temblor, y las autoridades dijeron que los daños parecen no ser tan malos como se esperaba y que menos de 200 personas están refugiadas en albergues.
El mandatario estatal calculó el impacto económico en más de 100 millones de dólares, y afirmó que el presidente Donald Trump le llamó para ofrecer apoyo federal para la reconstrucción.
Con información de Excelsior