Al menos cinco personas murieron en un sismo de magnitud 7.0 que sacudió este miércoles el norte de Filipinas, pero que se sintió hasta la capital Manila, a más de 300 km del epicentro.
El temblor de poca profundidad tuvo su epicentro en la provincia montañosa de Abra, en la isla principal de Luzón, a las 08H43 (00H43 GMT), según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Provocó más de un centenar de heridos en la región y dañó edificios por decenas, además de causar desprendimientos de tierra y cortes de electricidad.
Dos trabajadores de la construcción murieron en la provincia de Benguet y una mujer de 23 años falleció aplastada cuando se cayó un muro en el municipio de Bangued, situado en la provincia de Abra, donde se notificaron al menos 78 heridos.
Te puede interesar: Sugiere Trump que buscará Presidencia de EU en 2024
Otra persona perdió la vida al precipitarse de una obra en la región de Kalinga, mientras que otros seis trabajadores resultaron malheridos.
Las fuerzas del orden informaron de que una anciana en el municipio de Suyo, en la provincia de Ilocos Sur, pereció después de que un desplazamiento de tierra la sepultara mientras caminaba.
En la ciudad de Dolores, que sintió la fuerza total del movimiento telúrico, personas aterrorizadas salieron corriendo de sus edificios y los ventanales de un supermercado local se quebraron, dijo el mayor policial Edwin Sergio.
“El sismo fue muy fuerte”, comentó Sergio, quien agregó que se hicieron pequeñas grietas en la sede de la estación policial.
En la ciudad de Vigán, en la provincia de Ilocos Sur, algunos edificios del periodo colonial español (1565-1898) sufrieron daños.
Videos verificados publicados en Facebook mostraron daños en el histórico campanario de Bantay, una conocida atracción turística.
Dos visitantes fueron heridos levemente por la caída de escombros, indicó un responsable.
Agencias