La pobreza extrema de América Latina y el Caribe subió 6 por ciento durante 2021, lo que significó un retroceso de 27 años, refirió Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en la presentación del “Panorama Social de América Latina 2021”.
“Cuando nos vamos al 2021, donde se supone que hubo una gran recuperación económica de 6.2 por ciento del PIB, pues hubo un retroceso de 27 años en el aumento de la pobreza extrema”, afirmó Bárcena.
De tal forma que en 2020 se tenían 81 millones de personas en pobreza extrema en la región, pero aumentó a 86 millones en 2021 para este rubro, destacó Bárcena.
La pobreza extrema se concentró en la zona rural, donde representó el 21.3 por ciento en esa área en 2020.
Mientras que el segmento de pobreza pasó de 204 millones de personas en 2020 a 201 millones de personas para 2021.
La pobreza también tiene un impacto en las mujeres de la región, pues 24.8 por ciento no recibieron ningún tipo de ingreso propio en 2020, pero en los hombres fue el 13.4 por ciento para ese mismo año.
En cuanto a la inversión en salud para enfrentar la actual pandemia, se tiene que México destina el 2.7 por ciento de su gasto público en dicho rubro, cuando la Organización Panamericana de la Salud (OPS) recomienda que los países destinen al menos 6 por ciento de ese gasto, informó.
Y en promedio, la región de América Latina y el Caribe es de 3.8 por ciento de su gasto público.
Bárcena resaltó que el otro gran problema es el alto costo de bolsillo en salud, es decir, ¿cuánto gastan los hogares en salud? y en la región es más elevado que el de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
“Al no tener acceso a la salud universal, gratuita y de calidad, los hogares deben poner de su bolsillo; 33.6 por ciento del gasto de salud (de la región) viene de los bolsillos individuales, el 21 por ciento es el que gastan en la OCDE”, explicó.
La región de América Latina y el Caribe ha sido la más afectada a nivel internacional por la actual crisis sanitaria, ya que cuenta con el 8.4 por ciento de la población de todo el mundo, pero tiene el 30 por ciento de defunciones del total mundial.
Bárcena dijo que esta emergencia sanitaria, después de dos años, se está dirigiendo a una crisis social prolongada; la pandemia está dejando huellas indelebles.
El deterioro de salud y bienestar no es de forma transitoria, tiene un carácter profundo.
“Estamos ante un deterioro muy profundo en el bienestar y salud de las personas que ya no es coyuntural, o sea si se piensa que esto es transitorio, no lo es porque está asociado además a debilidades muy profundas y estructurales de los sistemas de salud y protección social que reproducen desigualdades”, detalló.
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