CIUDAD DE MÉXICO| Las muertes por suicidio de niños, niñas y adolescentes superó tres veces las muertes por covid-19 durante 2020 advirtió el Sistema de Protección de Niñas, niños y adolescentes (Sipinna) en el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
De esta forma, durante 2020 mil 150 niñas, niños y adolescentes decidieron suicidarse, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud (ENSANUT) en un promedio de tres por día, mientras que los decesos por covid-19 en el periodo referido fue de 392 casos.
Entrando más a detalle, el informe Impacto de la pandemia en niñas y niños de la Secretaría de Gobernación señaló que en niñas, niños y adolescentes de 10 a 14 años aumentaron 37% y de las adolescentes mujeres de 15 a 19 años un 12% en comparación con 2019. Por otra parte, indicó que de 2018 a 2020 el pensamiento suicida en adolescentes aumentó de 5.1% a 6.9% y la conducta suicida de 3.9 a 6%.
Además de alerta, los datos deben provocar la reflexión de que el suicidio en niñas, niños y adolescentes no es un problema aislado del resto de los problemas sociales y familiares, consideró Gabriela Ruiz Serrano, investigadora de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, en el más reciente número de la gaceta de la máxima casa de estudios.
“No sólo tiene que ver con un deterioro de la salud mental a consecuencia de una depresión. Con el confinamiento por la pandemia de covid-19, los problemas sociales, en los que la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades juegan un papel de primer orden, se agudizaron. Innumerables familias han atravesado por condiciones laborales y económicas muy difíciles”, señaló.
Y agregó que también la situación emocional de las y los menores de edad se ha visto afectada por las restricciones en la educación.
“Al estar fuera del contexto escolar, tanto los infantes como los adolescentes no han podido construir relaciones vinculares con sus amigos y compañeros. Por si fuera poco, ha habido un incremento de la violencia familiar y muchos niños han sido víctimas de abuso sexual y psicológico dentro de su propio hogar. Entonces es importante mirar el suicidio de infantes y adolescentes no como un fenómeno aislado, sino como un fenómeno que somatiza otros problemas que se viven en el país”.
Entre las señales de alerta de depresión en niñas, niños y adolescentes están los trastornos de sueño, los terrores nocturnos, la incontinencia urinaria o fecal, cambios de hábitos alimenticios, aislamiento, comportamiento inestable, irritabilidad y enojo sin una causa aparente.
Agencias