Agencias
El sismo que sacudió a Filipinas el domingo ya deja tres muertos y sigue la frénetica búsqueda de desaparecidos, informaron este lunes las autoridades.
El temblor del domingo agrietó paredes de colegios, derrumbó edificios e hirió a docenas de personas, pero no afectó en general a grandes ciudades de la isla de Mindanao, en el sur, que todavía trata de recuperarse de una serie de mortíferos sismos registrados en octubre.
Los socorristas sacaron los cuerpos de dos víctimas del edificio que albergaba un mercado que se hundió en la ciudad de Padada.
Además, un niño murió cuando su casa se derrumbó cerca del epicentro.
“Todavía no podemos determinar cuánta gente está atrapada (en el edificio del mercado)”, dijo el bombero Fred Trajeras a la prensa.
El domingo, poco después del temblor, Lesley Jane Gatos, de 31 años, sí pudo ser rescatada de entre los escombros.
Gatos pudo usar su teléfono para pedir ayuda y luego empezó a hacer ruido para atraer a los socorristas.
“Finalmente pude salir, vi a gente, aplaudieron porque fui la primera en ser rescatada”, contó.
El edificio destruido estaba cerca del epicentro del sismo de magnitud 6.8 en la misma región que fue sacudida en octubre con sismos de magnitud superior a 6.
Estos sismos mataron a más de una veintena de personas y obligaron a decenas de miles a dejar sus hogares para refugiarse en albergues, ya que los daños en viviendas y oficinas fueron cuantiosos.
Filipinas está situada en el ‘Cinturón de Fuego’, un arco de intensa actividad sísmica en las costas que rodean al Pacífico, desde Japón, al sureste asiático y el continente americano.