MOSCÚ, Rusia.- En medio del llanto y los abrazos de familiares, se enterró ayer a las nueve personas muertas a tiros en una escuela de la ciudad rusa de Kazán y se declaró un día de duelo en la república de Tartaristán, de mayoría musulmana.
Depositaron flores en un monumento improvisado frente a la escuela, donde un joven armado abrió fuego.
Además de los siete alumnos y dos empleados muertos, otras 23 personas fueron hospitalizadas.
Los investigadores no explicaron los motivos de Ilnaz Renatovich Galyaviyev, de 19 años, para atacar en su antigua escuela. Al comparecer en un tribunal, se le acusó de asesinato y se le dictó prisión preventiva por dos meses. Las autoridades dijeron que estaba autorizado a poseer el arma.
La fiscalía reiteró que el tirador actuó solo y que existen motivos para considerar que se trata de un caso de terrorismo.
El Comité de Investigaciones de Rusia reveló que Renatovich buscó repetidamente atención médica por fuertes dolores de cabeza y fue diagnosticado con una enfermedad cerebral en 2020, recogió la agencia de noticias Sputnik.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó una revisión de las normas sobre la posesión de armas por parte de civiles.