CIUDAD DE MÉXICO.- Durante décadas, Chile ha centrado su actividad económica en la minería, pero ahora está muy cerca de darle ese espacio a las energías renovables.
En solo 6 años, Chile quintuplicó su capacidad de generación solar y eólica y se espera que al 2030 el 70 por ciento de su matriz energética provenga de fuentes renovables, lo que da el empujón al uso del hidrógeno verde, según su Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde.
“La descarbonización y la competitividad de Chile en energías renovables le abre las puertas para crear un sector económico que podría equiparar en tamaño a la industria minera nacional”, expone el documento que se hizo público en noviembre del 2020.
Agrega que la creciente inversión en proyectos renovables, así como en almacenamiento e infraestructrua de transmisión son señales inequívocas de una transición a un sistema eléctrico más sostenible.
Con energías limpias, se favorece la producción de hidógeno verde, la cual está prevista en tres fases: en la primera, se reemplazarán amoniaco e hidrógeno gris en procesos industriales; en la segunda, una producción eficiente desplazará combustibles fósiles en el transporte, minería y redes de distribución.
Finalmente, en una tercera fase se prevé utilizar el hidrógeno verde en transporte marítimo y aéreo.
La Estrategia considera una ronda de inversiones por 50 millones de dólares para detonar proyectos, discusiones público privadas para poner un precio al carbono e impuestos que reflejen las externalidades de los combustibles y posicionar a Chile como fuente de combustibles limpios.
Agencias