Luego de que el secretario de Defensa de los Estados Unidos, Pete Hegseth, dijera que los Marines podrían ser enviados a Los Angeles “si la violencia continúa”, la administración del presidente Trump ha ordenado el despliegue de 700 marines para apoyar a las tropas de la Guardia Nacional ante las protestas desatadas en contra de los operativos del ICE y las políticas migratorias de Trump.
Las tropas enviadas pertenecen al Centro de Combate Aéreo-Terrestre del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos en Twentynine Palms, a unas 140 millas al este de Los Angeles. Su principal tarea será apoyar a la Guardia Nacional en la protección de la propiedad y el personal federal. Los elementos también pueden operar bajo una tercera regla de fuerza: la defensa propia.
Se espera que los marines lleguen a Los Angeles en los próximos días, según revelaron para REUTERS, bajo anonimato, dos funcionarios de defensa.
Según explican expertos de POLITICO, los Marines no participarán en actividades de aplicación de la ley, a menos que el presidente invoque la Ley de Insurrección. De ser así, se les permitiría tomar las medidas necesarias para reprimir la violencia.