Tupperware Brands Corporation, reconocida globalmente por sus recipientes de
almacenamiento de alimentos, ha anunciado su declaración de bancarrota bajo el
Capítulo 11 en el Tribunal de Quiebras de los Estados Unidos para el Distrito de
Delaware.
Esta decisión marca un punto crítico para la empresa, que enfrenta retos financieros significativos en un entorno económico adverso. Fundada en 1946,
Tupperware ha sido sinónimo de innovación en la conservación de alimentos en el
hogar, pero ahora busca reestructurarse para salvaguardar su futuro. La compañía, que ha reportado activos valorados entre 500 y 1,000 millones de dólares frente a una deuda que oscila entre 1,000 y 10,000 millones de dólares, se ve presionada por la necesidad de adaptarse a las nuevas dinámicas del mercado y el consumo.
La declaración de bancarrota no solo refleja los desafíos internos de la empresa sino también el complicado panorama macroeconómico que ha afectado a numerosas empresas en los últimos años.
Como parte del proceso de reorganización bajo el Capítulo 11, Tupperware intentará vender la empresa, con el objetivo de proteger su marca y continuar con su transformación hacia una entidad más digital y tecnológicamente avanzada.
“La compañía buscará la aprobación de la Corte para facilitar un proceso de venta que proteja nuestra icónica marca y acelere la transformación hacia una empresa digital y dirigida por la tecnología”, señaló en un comunicado oficial.
Agencias