La Comisión Europea propuso este jueves imponer un cargador universal para smartphones y dispositivos portátiles, una iniciativa que encuentra la feroz oposición del gigante estadunidense Apple, que defiende la exclusividad para su modelo iPhone.
La propuesta podrá tener un efecto transformador en la industria, ya que la UE representa un mercado de 450 millones de consumidores.
En la actualidad, la absoluta mayoría de los smarphones y tabletas utilizan tres puertos de carga: micro-USB, que tienen la mayoría de los teléfonos, el puerto USB-C, una conexión más reciente, y el sistema Lightning, de Apple.
La propia Apple comenzó tímidamente a utilizar el formato USB-C en algunos dispositivos, pero su producto estrella, el teléfono iPhone, utiliza un cargador con puerto específico.
De acuerdo con la UE, los consumidores europeos gastan anualmente unos 2.400 millones de euros (unos 2.800 millones de dólares) en cargadores individuales.
La UE había lanzado un proceso voluntario de convergencia a estándares industriales para este segmento en 2009, pero sostiene que Apple siempre se negó a sumarse.
La propuesta de la UE -que aún debería ser aprobada por el Parlamento Europeo y los países miembros- ofrece a los fabricantes un plazo de transición de 24 meses para alinearse con la determinación.
En una nota, Apple señaló que la firma seguía “preocupada” por los efectos de la regulación.
Además, añadió Apple, el plazo de dos años podrá afectar a las empresas del sector al frenar la venta de los equipos ya existentes actualmente.
De su lado, Chiara Gionavinnini, responsable de la Asociación Europea de Consumidores por la Estandarización, indicó que la entidad “apoya la obligatoriedad de un cargador de conector universal (…) para todos los dispositivos portátiles”.
En tanto, el Partido Popular Europeo (PPE, mayoritario en el Parlamento Europeo), publicó un comunicado donde sugirió “eliminar los diferentes cargadores inútiles”.
Agencias