Agencias
Tres días después de que el Tribunal Supremo hiciera pública la sentencia que condenó a los líderes de procés la situación en Cataluña está lejos de normalizarse.
En las cuatro capitales de provincia catalanas se aprecia la resaca de una noche en la que ardieron las calles, especialmente en Barcelona. Los Mossos y la Policía Nacional hicieron frente a grupos organizados extremadamente violentos que llegaron a lanzarles cócteles molotov y ácido.
Al menos 33 personas fueron detenidas en diversos puntos de Cataluña durante toda la jornada del miércoles. El ministro del interior eleva la cifra total de detenidos desde el lunes a 97.
Por su parte, el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) cifró en 57 las personas que resultaron heridas en Barcelona, 96 en el total de Cataluña. Uno de ellos es un manifestante que tiene una fractura de la órbita del ojo derecho y ha perdido agudeza visual. Otro joven ha tenido que ser operado de urgencia en el Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida después de sufrir una lesión testicular durante los enfrentamientos del miércoles.
Interior ha informado que ayer fueron heridos 35 Mossos y 11 miembros de la Policía Nacional, algunos con lesiones de gravedad. El balance total de agentes heridos se eleva a 194 desde este lunes.
El Ayuntamiento de Barcelona ha informado de que los disturbios de anoche se saldaron con 390 contenedores quemados, lo que conlleva un gasto de medio millón de euros para reponerlos. En los disturbios del martes ardieron 250 contenedores y los daños en mobiliario público y pavimento, además de las tareas de limpieza, se cuantificaron en un coste de 627.000 euros, según el gobierno municipal. El Consistorio estima que las dos noches de incidentes han costado más de un millón de euros a la ciudad, informa Jordi Ribalaygue.