Han vuelto las protestas en Perú con bloqueos parciales en algunas carreteras del sur, esto tras una breve pausa de los disturbios por la destitución del ex Presidente Pedro Castillo, mientras la Policía y el Ejército mantenían el control de la infraestructura clave para evitar abusos.
Alberto Otárola, el Primer Ministro informó a periodistas que la situación general del país es de “normalidad” aunque temprano se habían detectado bloqueos en las regiones de Cusco y Puno, afectando el transporte principalmente de turistas y comerciantes de las zonas.
“La protesta es un derecho de la población, pero tiene que hacerse de manera pacífica”, dijo el funcionario. “Estamos trabajando con la policía para mantener el control interno”.
Según imágenes de la televisión, la Policía y el Ejército cuidaban sedes públicas en algunas zonas donde se han anunciado protestas, entre ellos Ayacucho, región donde se registró el mayor número de víctimas en las recientes manifestaciones.
La empresa de ferrocarril en Cusco anunció que el servicio de tren que va a la ciudadela inca de Machupichu (la zona más visitada por los turistas), fue suspendido en previsión de las protestas.
Perú vivió una ola de manifestaciones en diciembre, luego de la destitución y arresto de Castillo, que dejaron 22 muertos en choques entre protestantes y el Ejército y otros seis fallecidos en accidentes vinculados a los bloqueos.
Representantes de grupos civiles y de sindicatos de diez regiones del sur del país, anunciaron el reinicio de protestas reclamando la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso, una Asamblea Constituyente y la liberación de Castillo.
La Presidenta Boluarte instaló un centro de “Monitoreo y Control de Crisis”, junto a los ministros de Defensa e Interior. “Llamo a la paz, a la calma, a la unidad para impulsar el desarrollo de la patria”, dijo en un discurso.
Miles de personas marcharon en Lima y en algunas regiones del país reclamando “paz y tranquilidad”.
Agencia.