El zar fronterizo de Donald Trump, Tom Homan, lanzó un mensaje directo al papa
Francisco tras sus críticas a las deportaciones masivas en Estados Unidos. “Que se
enfoque en la Iglesia católica y nos deje la seguridad fronteriza a nosotros”, declaró Homan a periodistas en la Casa Blanca.
El pontífice, de 88 años, envió una carta a los arzobispos de EE.UU. en la que calificó
la situación migratoria como una “crisis importante” que “hiere la dignidad” de quienes son expulsados del país. En el documento, Francisco reconoció el derecho de una nación a protegerse y mantener la seguridad de sus comunidades, pero advirtió sobre las consecuencias de deportar a personas que han huido de la pobreza extrema, la
violencia o la persecución.
El papa también instó a no caer en discursos que discriminen a los migrantes y pidió un enfoque más humano en la gestión de la crisis.
Desde el inicio de su papado, Francisco ha abogado por los derechos de los
migrantes, insistiendo en que el rechazo hacia ellos es “un pecado grave”. Ha reiterado
que la solución no está en endurecer las leyes ni militarizar las fronteras, sino en
atacar las causas que obligan a millones a dejar sus países.
El pontífice anteriormente ha recordado a los miles de migrantes que pierden la vida
en el desierto, abandonados por traficantes que les vendieron falsas promesas. “No
podemos construir políticas migratorias a costa del sufrimiento de los demás”,
enfatizó