Desde que debutó Spider-Man: De regreso a casa, la primera parte de la trilogía del lanzarredes en manos de Tom Holland, se cuestionó muchísimo la ausencia de Mary Jane o Gwen Stacy como la media naranja del hijo de Stan Lee y Steve Ditko. Marvel Studios y Sony Pictures nos dieron sólo un homenaje con MJ (Michelle Jones) en la interpretación de Zendaya.
Las dudas siguieron en Spider-Man: Lejos de casa, pero la actriz y los estudios lograron justificar esta pequeña libertad que se tomaron hace unos años con las acciones del personaje durante la emocionante Spider-Man: Sin camino a casa. Hay momentos que, como fanático y lector, te ganan.
En especial la escena donde cae al vacío, durante una pelea en la Estatua de la Libertad, y Spider-Man se arroja para salvarla. Un homenaje tremendo a la famosa muerte de Gwen Stacy en The Amazing Spider-Man #121 y #122, editados en 1973, después replicados en la segunda película de Andrew Garfield, The Amazing Spider-Man: La amenaza de Electro. Después de todo, el nombre no definió a la persona. Ella es una construcción y combinación entre ambas chicas.
Zendaya tuvo su año al ser parte primordial de las dos películas del año: Spider-Man: Sin camino a casa y Dune, de Dennis Villeneuve, donde dio vida a Chani, la mujer que apoya y no le es indiferente a Paul Atreides (Timothée Chalamet), heredero de la Casa Atreides y el futuro Muad’Dib.
Ah, y habría que agregar la confirmación de su noviazgo con Holland; y el robo de los reflectores durante la gala del Balón de Oro. ¡Su vestido con espina dorsal tipo esqueleto y emulando los brazos de una araña o del Doctor Octopus fue detallazo! Se robó la atención de un premio criticado a nivel deportivo: entregado a Lionel Messi, por los pocos méritos en el año; negado a Robert Lewandowski.
Agencias