Los Pelicans de Nueva Orleáns eligieron el jueves a Zion Williamson en la primera selección general del draft de la NBA, al optar por la fuerza de Duke que es considerado uno de los más emocionantes prospectos de los últimos años.
El alero y ala pivote, de 2,01 metros (seis pies y siete pulgadas) de estatura y 129 kilos (285 libras) de peso, coleccionó momentos memorables en tan solo una temporada para convertirse en el tercer novato en ser nombrado el Jugador del Año por The Associated Press.
Sus embestidas al aro lo hicieron un favorito entre los aficionados del básquetbol universitario, pero su juego era más que sólo clavadas. Williamson promedió 22,6 puntos y 8,9 rebotes al tiempo que acertaba 68% de sus tiros de campo.
Vistiendo un traje blanco, abrazo a sus familiares y al comisionado de la NBA, Adam Silver, después de escuchar su nombre como el primero en el Barclays Center.
Williamson ocupará una vacante en Nueva Orleáns, que recientemente accedió a canjear a su estrella Anthony Davis, el último novato en recibir el premio de AP al más valioso, a los Lakers de Los Ángeles.
Los Grizzlies de Memphis también se enfocaron en resolver una necesidad posicional al elegir a Ja Morant, proveniente de Murray State, con la segunda selección general. Los Grizzlies acordaron intercambiar a Mike Conley, por mucho tiempo su armador, a Utah un día antes.
Memphis consiguió un buen reemplazo en Morant, que encabezó la División I con 10 asistencias por juego en su segundo año al tiempo que promediaba 24,5 puntos.
Los Knicks de Nueva York luego sumaron a la lista a un segundo novato de Duke entre los primeros tres seleccionados, al elegir al base RJ Barrett _que de hecho superó a Williamson como líder de la Conferencia Costa del Atlántico en puntos. Los aficionados de los Knicks esperaban que el equipo pudiera quedarse con Williamson después de terminar la temporada pasada con la peor marca de liga, pero parecían contentos por la llegada de Barrett, a quien aplaudieron y corearon “RJ! RJ!” cuando la selección fue anunciada.
Williamson y Barrett rompieron en llanto, Barrett había dicho que no lo haría y Williamson dijo desconocer cómo reaccionaría.