Agencia Reforma
CIUDAD DE MÉXICO.- Miles de indígenas marcharon ayer rumbo a la capital de Ecuador, al tiempo que bloqueaban avenidas y se enfrentaban con el Ejército y la Policía, para exigir la renuncia del Presidente, Lenín Moreno, en el quinto día de protestas tras la eliminación del subsidio a los combustibles.
Las movilizaciones se tornaron más violentas hacia la noche, cuando algunos manifestantes burlaron barricadas de seguridad lanzando piedras y objetos con fuego.
Funcionarios y periodistas fueron evacuados del Palacio Presidencial de Carondelet, en la capital, debido a la presencia de manifestantes, e implementaron un operativo que incluyó vallas y alambres de púas.
El Presidente Moreno tenía previsto ofrecer una rueda de prensa, pero se suspendió tras postergarse en dos ocasiones.
Ante el asedio de los protestantes, el Ejecutivo trasladó la sede del Gobierno desde Quito a Guayaquil.
“Me he trasladado a la ciudad de Guayaquil y he trasladado la sede del Gobierno a esta querida ciudad, de acuerdo con las atribuciones constitucionales que me competen”, anunció el Mandatario en un mensaje transmitido en cadena nacional.
Sectores indígenas y campesinos marcharon en bloque con dirección a la capital ecuatoriana para unirse a las movilizaciones de los próximos días, mientras que las fuerzas del orden retrocedían.
ACHACA CULPA
En un mensaje emitido en cadena nacional, el Presidente de Ecuador, Lenín Moreno, acusó al Mandatario venezolanos, Nicolás Maduro, de estar detrás de la crisis que vive el país. El líder ecuatoriano también culpó al expresidente Rafael Correa.