Disfrazados de calaveras y seres de ultratumba o pintados como salidos de una película de terror, decenas de niños y adolescentes interrumpían su jornada para pedir dulces por Halloween, mientras recorrían las calles donde había una escena del crimen tras un homicidio ocurrido en Guadalajara.
El cadáver de una persona en el interior de un bote abandonado en calles de la Colonia Echeverría.
Pasaban las 19:00 horas, ya había comenzado a oscurecer en la Colonia mencionada, cuando ciudadanos que caminaban por las calles percibieron un olor a putrefacción en Gregorio Almada, entre Bartolomé Gutiérrez y Apolonio M. Avilés.
Como el hedor a muerte era tan fuerte y, sabiendo que viven en una zona con altos índices de violencia, los transeúntes de inmediato reportaron el hallazgo a los números de emergencias.
Elementos de la Comisaría de Guadalajara se dirigieron al punto y encontraron a las afueras de unos locales, ubicados justo frente a las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), un tambo azul.
Los gendarmes se acercaron y vieron que adentro estaba el cuerpo de una persona, por lo que solicitaron la intervención de los Servicios Médicos Municipales.
Mientras las autoridades comenzaban las primeras indagatorias, decenas de niños, adolescentes y adultos se acercaban a la línea policial para tratar de ver algo.
Pasadas las 21:20 horas los peritos extrajeron el cadáver del tambo para empaquetarlo y en esta acción el olor se intensificó e incluso hizo que la mayoría de los vecinos que observaban decidieran alejarse.
El cuerpo no fue identificado en el sitio ni se tuvieron características de los responsables de cometer el crimen.
Agencia.