El Gobierno de México ha propuesto un nuevo impuesto del 8% sobre los videojuegos con contenido violento. Esta iniciativa, incluida en la Ley de Ingresos para 2026, busca desincentivar el consumo de este tipo de juegos, especialmente entre menores, y generar recursos para programas de salud mental.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) justifica la medida argumentando que, a pesar de las clasificaciones por edad, muchos niños y adolescentes juegan videojuegos violentos, lo que puede tener consecuencias negativas para su salud mental, como tristeza, ansiedad y comportamientos hostiles. La SHCP señala que la adicción a los videojuegos ya es reconocida como un trastorno mental por la OMS.
El impuesto aplicaría tanto a juegos en formato físico como a servicios en línea y descargas. Con esta medida, el gobierno busca que los consumidores, incluidos los niños, piensen mejor sobre el tipo de contenido que consumen.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum respaldó la propuesta, afirmando que “tiene que ver con temas de seguridad”. Sin embargo, aclaró que no se trata de una prohibición, sino de un llamado a los padres para que presten más atención al uso de los videojuegos por parte de sus hijos.