La gobernante mexicana reveló en su conferencia matutina que el lunes conversó del tema con su homóloga de Honduras, Xiomara Castro, presidenta pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
“Entonces, planteamos la idea de que en enero se pudieran reunir los cancilleres de diversos países para hablar del tema de migración y de cómo cooperamos entre los países de América Latina y el Caribe para atender la migración desde la perspectiva de las causas”, manifestó.
La presidenta, quien ha prometido estar lista para recibir a los mexicanos, reiteró la semana pasada “la insistencia a Estados Unidos de que la repatriación se haga a los distintos países de origen”, en lugar de expulsarlos a todos a México, que ya dialoga con otras naciones para que reciban de forma directa a sus deportados.
Pero defendió también ahora que su política incluye cooperación internacional para atender las causas de la migración.
“La oposición y los adversarios dicen ‘cómo es posible que México ayude a Centroamérica o a otros países’. Siempre va a ser nuestra visión que, en la medida de lo posible, también ayudamos a quien lo requiera, esa es la política exterior de México y la vamos a defender”, comentó.
En el país preocupan las deportaciones masivas prometidas por Trump porque cerca de la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos son mexicanos y casi el 4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México lo representan sus remesas, que en 2024 habrían alcanzado un récord estimado de 65 mil millones de dólares.
Aún así, Sheinbaum insistió en que va “a haber buena relación con el presidente Trump” y que su Gobierno hará lo “que esté en sus manos para poder tener esa buena relación”.
“El presidente López Obrador tuvo una buena relación con el presidente Trump y no vemos por qué nosotros no podamos tener una relación buena, de cooperación”, apuntó.
Con información de EFE