SpaceX se prepara para el décimo vuelo de prueba de su nave espacial Starship desde su base en Texas. El objetivo principal es lograr que tanto la nave como su propulsor, el Super Heavy, aterricen de forma controlada para poder reutilizarlos en el futuro, lo que reduciría drásticamente los costos.
Detalles del lanzamiento
Este es el cuarto vuelo de prueba en 2025. Los tres anteriores terminaron con la pérdida de la nave. Para esta misión, SpaceX realizó varias modificaciones:
- Se retiraron varias losetas protectoras de la nave para evaluar el desempeño en la reentrada.
- Se investigó el fallo del último vuelo, que se debió a una fuga de combustible que causó una explosión.
La trayectoria del cohete y la nave será similar a las pruebas anteriores. El propulsor Super Heavy intentará aterrizar en una plataforma en el Golfo de México, mientras que la Starship tratará de amerizar en el océano Índico.
Objetivos específicos de la misión
En este décimo intento, SpaceX tiene objetivos claros para ambos componentes:
- Para el propulsor Super Heavy: Probará la combustión para el aterrizaje usando configuraciones de motor especiales.
- Para la nave Starship: Desplegará ocho satélites simulados de Starlink, encenderá uno de sus motores en el espacio y realizará experimentos para un futuro regreso a la base.
La NASA ha elegido a Starship para llevar a astronautas a la Luna en la misión Artemis III, programada para 2027. Por eso, el éxito de estos vuelos de prueba es crucial.
Impacto ambiental y protestas
Los lanzamientos de Starship han provocado protestas en Estados Unidos y México por el impacto ambiental y el riesgo para las comunidades cercanas. Organizaciones civiles, como Conibio Global en México, denuncian el ruido excesivo, el temor a la caída de fragmentos y el daño al ecosistema marino del Golfo, que afecta a especies en peligro de extinción como la tortuga lora.