Los agentes de Policía irrumpieron en el campus de la Universidad Emory en Atlanta después de que los manifestantes levantaron tiendas de campaña por la mañana, lo que provocó el último enfrentamiento en un movimiento de protesta propalestino que se ha extendido en los campus estadounidenses esta semana.
Mientras los protestantes en Emory gritaban, los agentes lucharon con los manifestantes en el suelo y escoltaron a otros. Desde unas decenas de metros de distancia, los espectadores observaban y grababan la escena con sus teléfonos móviles.
Los inconformes acusaron a la Policía de utilizar gas pimienta o gases lacrimógenos para disolver las protestas. La universidad no hizo comentarios de inmediato sobre las afirmaciones, pero una portavoz, Laura Diamond, dijo que los manifestantes eran “activistas que intentaban perturbar nuestra universidad mientras nuestros estudiantes terminan las clases y se preparan para los exámenes finales”
Las autoridades no dijeron de inmediato cuántas personas habían sido arrestadas en Atlanta, pero en todo el país, más de 400 manifestantes han sido detenidos por la Policía desde el 18 de abril, cuando los arrestos de más de 100 manifestantes en la Universidad de Columbia en Nueva York desencadenaron una ola de activismo estudiantil en todo el país.
La universidad, añadió Diamond, “no tolera el vandalismo ni otras actividades delictivas en nuestro campus”
Los administradores universitarios y los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley han respondido arrestando a estudiantes, retirando campamentos y amenazando con consecuencias académicas, ya que algunos estudiantes judíos han expresado preocupación por su seguridad y algunos políticos han exigido que se tomen medidas enérgicas contra las crecientes manifestaciones.
La Policía de Boston arrestó a 108 manifestantes en el Emerson College el miércoles por la noche, pocas horas después de que la Policía de Los Ángeles arrestara a 93 personas en el campus de la Universidad del Sur de California que se habían negado a dispersarse.
Más temprano el miércoles, decenas de agentes de Policía, muchos de ellos con equipo antidisturbios y algunos a caballo, arrestaron a 57 personas en la Universidad de Texas en Austin. En cada caso, no estaba claro cuántos de los manifestantes arrestados eran estudiantes.
Aun así, siguen estallando nuevas protestas, que se extienden mucho más allá de un puñado de universidades destacadas.
Mientras las universidades luchaban por sofocar los disturbios, algunos legisladores pidieron medidas más fuertes, incluido el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien en una visita a Columbia el miércoles pidió a la Casa Blanca que tomara medidas y dijo que eventualmente debería considerar el uso de la fuerza militar.
Las universidades han desplegado policías y suspendido a estudiantes, bajo la presión de dichos legisladores, así como de donantes y ex alumnos, que han calificado las manifestaciones de antisemitas.
Muchos estudiantes activistas dicen que están galvanizados por la represión de protestas mayoritariamente pacíficas en otros campus y los vínculos financieros de las universidades con empresas que, según los manifestantes, fabrican armas que se utilizan contra los palestinos.
Había pocas señales de que el movimiento estuviera perdiendo fuerza: alrededor de 100 manifestantes instalaron tiendas de campaña en la Universidad de Harvard el miércoles por la noche, incluso después de que la universidad advirtiera que los estudiantes podrían enfrentar disciplina.
Agencias.
